Sector de la horticultura de invernadero: ¡siga liderando la sostenibilidad!

La Unión Europea quiere conseguir una producción de alimentos neutra para el clima en 2050. Esto significa que es necesaria una aceleración continua y a gran escala de los esfuerzos de sostenibilidad en los próximos años.

A menudo me sorprende la cantidad de gente que desconoce la importante contribución que el sector de la horticultura de invernadero está haciendo a este respecto. Por ejemplo, ¿sabía que, en comparación con otros métodos de cultivo, un invernadero de alta tecnología ahorra la mitad de agua y hasta un 75% de tierra? En mi opinión, son cifras estupendas y creo que esta historia aún no se cuenta lo suficiente.

Como Grodan, queremos que se nos reconozca por este método de cultivo. Por eso, junto con la Universidad de Wageningen, llevamos a cabo una investigación sobre la sostenibilidad de los tomates cultivados en invernadero de alta tecnología. Los resultados finales de este estudio son prometedores: los tomates cultivados en el invernadero de alta tecnología obtuvieron la puntuación más alta en 7 de los 8 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) relevantes, en comparación con otros métodos de cultivo. Ahora tenemos datos concretos que demuestran que podemos cultivar frutas y hortalizas de forma sostenible en el invernadero de alta tecnología. Afortunadamente, esta historia ha sido publicada por varios medios de comunicación.

La mencionada atención mediática a la sostenibilidad en el invernadero de alta tecnología es desesperadamente necesaria, pero esta atención no es suficiente. Veo muchas oportunidades para el sector que pueden, y deben, aprovecharse para acelerar aún más nuestros esfuerzos de sostenibilidad y aumentar el conocimiento sobre ellos. Por ello, el sector debe incluir incondicionalmente la sostenibilidad como punto central de sus estrategias. Además, el gobierno tendrá que estimular y regular los esfuerzos que se realicen en el sector de la horticultura. En definitiva, es importante que los consumidores acaben pagando un precio justo por el producto final. Las cadenas de supermercados también tendrán que desempeñar un papel destacado en este sentido.

En primer lugar, podemos acelerar nuestros esfuerzos de sostenibilidad orientando mejor la fuerza innovadora del sector de la horticultura hacia cultivos neutros desde el punto de vista climático. Esto nos viene como anillo al dedo, pues ya somos pioneros en la producción sostenible de frutas y hortalizas. Pensemos, por ejemplo, en el ahorro de agua y tierra que ya estamos consiguiendo.

Pero también debemos ser honestos con nosotros mismos: los invernaderos consumen demasiada energía y utilizan pesticidas. No debemos esperar a ver qué pasa, sino afrontar estos retos ahora y ampliar nuestro papel pionero en sostenibilidad. Es el momento de que la horticultura en invernadero se posicione en el cultivo sostenible, en el que la neutralidad climática y la ausencia de pesticidas se conviertan en la norma. Así podremos garantizar que la horticultura de alta tecnología en invernaderos destaque en todo el mundo y sea un ejemplo en el campo de la sostenibilidad.

Tenemos una gran historia que contar en términos de sostenibilidad y deberíamos estar muy orgullosos de ella. Pero la historia de la horticultura de alta tecnología en invernaderos sigue siendo demasiado confusa y desconocida. Por lo tanto, creo que como sector tenemos que hacer un mejor trabajo a la hora de demostrar lo que representa nuestro método de cultivo. Ni siquiera tenemos un nombre para nuestro método de cultivo sostenible. En eso sí que nos quedamos cortos.

Si pusiéramos en común un posicionamiento y un nombre claros, demostraríamos lo sostenibles que somos realmente. Esto también nos permitirá acelerar el proceso de codificación de la calidad y las normas de este método de cultivo en la ley. Al consagrar nuestro método de producción en la legislación, podrá haber un único estándar reconocible para nuestro método de cultivo en el mercado, y garantizaremos un mayor reconocimiento de nuestras frutas y hortalizas producidas de forma sostenible. ¡Sería fantástico!