¿Sabía que producir un kilo de tomates en campo abierto requiere de 60 litros de agua, mientras que en cultivo hidropónico en invernadero son sólo 15 litros? Y puede reducirse aún más, a 4 litros por kilo, utilizando la tecnología más avanzada para invernaderos. El ahorro procede de métodos más eficaces de aplicación del agua, como la medición del riego en el cultivo o la reutilización del agua de drenaje.
La información facilitada en las "Directrices de buenas prácticas para la gestión del agua en los invernaderos" es un ejemplo de colaboración entre proveedores, que han puesto en común sus conocimientos y experiencia para ofrecer asesoramiento que facilite la mejora de los resultados medioambientales en el sector de los invernaderos:
- Un uso más eficiente de los recursos hídricos.
- Reducción o eliminación de la contaminación y de los problemas medioambientales causados por la escorrentía de los fertilizantes.
Descargar Guía de Buenas Prácticas para la Gestión del agua en Invernaderos
Esta guía se ha redactado para ofrecer a los propietarios y gestores de invernaderos una visión gener