Jordan Hascoet, productor independiente afincado en Bretaña

Este joven productor de tomates de Bretaña ha optado por producir tomates de gran sabor utilizando variedades adecuadas y variedades con altos niveles de conductividad eléctrica (CE). Para cada una de las variedades que cultiva, debe definir el mejor equilibrio entre la parte generativa y la parte vegetativa de la planta. Para él, el monitoreo de cultivos es esencial.

En 2020, Jordan Hascoet decidió seguir los pasos de sus padres. Fundaron su empresa en 1989, cuando construyeron los primeros invernaderos en Cléder, en el departamento de Finistère. Poco a poco empezaron a especializarse en la producción de tomates y fresas que luego vendía la cooperativa Prince de Bretagne. Jordan siempre había estado al lado de sus padres para echarles una mano, ¡o dos! Empezó a trabajar en la empresa como asalariado en 2012 antes de tomar oficialmente las riendas hace 2 años. En la actualidad, la empresa cuenta con 4.5 hectáreas de invernaderos, de las que 3.3 están dedicadas al tomate. El resto se destina principalmente a la producción de fresas, con algunos otros cultivos de diversificación (frambuesa, mini pimientos, etc.). La superficie dedicada a la fresa se ha reducido considerablemente en los últimos años, ya que se trata de un cultivo muy intensivo en mano de obra.

Altos niveles de conductividad eléctrica

En los últimos años, Hascoet ha hecho evolucionar sus opciones de producción y se ha orientado claramente hacia la obtención de productos deliciosos, cultivando variedades adaptadas y aplicando una estrategia de gestión del cultivo que favorece niveles elevados de conductividad (CE). Estas opciones le han llevado también a modificar su estrategia comercial. Ha dejado de pertenecer a una cooperativa para convertirse en productor independiente. "Trabajar solo te da libertad para tomar decisiones estratégicas y obtener mejores precios", explica Hascoet. Desde entonces, la comercialización y venta de sus productos corre a cargo de un consignatario que vende los productos con su propia marca, Saveur du bout du monde, y/o con la marca del productor, Le 13.

Hascoet lleva muchos años utilizando lana de roca como sustrato para sus plantas de tomate. "Los cultivos en sustrato de coco dan lugar a muchas irregularidades y a demasiadas incógnitas. Con los sustratos de lana de roca, puedes estar seguro de que partes de la misma base cada año", argumenta Hascoet, que lleva varios años utilizando nuestros slabs GT Master de 10 cm de altura. "Desde el principio mi objetivo fue aumentar la CE, teniendo en cuenta que siempre obtengo dos tipos de plantas de dos viveros diferentes: Beekenkamp y Technosem. El primer vivero utiliza subirrigación y ofrece plantas con una CE elevada. El segundo riega las plantas de forma tradicional y suministra bloques con un Nivel de CE más bajo. Cuando llegan a nuestras instalaciones, todo tiene que armonizarse. Tenemos que reducir el riego y secar los slabs para obtener el Nivel de CE deseado, pero después nos enfrentamos al reto de rehumidificar correctamente el sustrato. Utilizando los slabs GT Master y llevando a cabo un control riguroso con sensores GroSens, puedo alcanzar mis objetivos", explica Hascoet.